Vaya uno a saber desde cuándo
pacientes y socarrones aguardan.
La apertura a todo pulmón
la hizo el lóbulo derecho
quedó afuera de un solo corte
y por la espalda
de tal dolido modo
que su lecho arranca en la mitad del pecho
y se corre para atrás
rodea el torso claudicante
y se estampa en el medio del homóplato.
Hoy la fatiga que escucho yo
las articulaciones que parecen de otro
el hormigueo en los dedos de las manos tumban la casa
las mucosas más que vulnerables
me piden: sentáte a nuestro lado.
Eso hago mientras miro
deshojarse al ocre y verdinegro tilo
aunque todavía faltan por caer
en este último y húmedo lunes de abril
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