miércoles, 30 de enero de 2013

Las personas queridas

Le llevo seis años de diferencia. Al principio parecían muchos porque la tenía que cuidar, ayudar a mamá con los trabajos  diarios de la casa y otros menesteres cotidianos, considerando que también había nacido mi último hemanito. De golpe había sufrido el duro embate de dos críos casi juntos. Dupliqué la lucha y redoblé el cuidado de las cada vez más venidos a menos juguetes infantiles...Durante mucho tiempo me prometí que no tendría hijos, que los niños son solo un estorbo... Luego recuperé sus abrazos, besos, llenaban todas las horas y preguntaban sin descanso, me agrandaba cada día y crecía con ellos y con los cuentos con que los dormía cada noche tibia. Durante muchos años, casi todos los de la adolescencia y la juventud, Marta y yo compartíamos el mismo dormitorio cuyas camas estaban separadas por una mesita de luz. Desde que llegó a mi vida nunca estuve más sola...

lunes, 21 de enero de 2013

Evocación

El día en el Chaco era largo y rendidor. Por el calor agobiante nos levantábamos al alba ya sudorosa y hacíamos las tareas con la fresca. Mi verdadera historia comenzaba después del austero almuerzo, era a la hora de la sombría siesta... donde yo brotaba y me consumía atada al palo de esa hoguera, sin que nadie supiera, era en un cuartito del fondo dentro del galpón donde el abuelo tenía sus herramientas y un banco de carpintería. Allí mis tías apilaban las revistas de todo el año junto con las azarosas novelitas de Corín Tellado. Era mi festín personal  y donde me afirmaba como voraz lectora. Golosamente ordenaba las Vosotras, Para tí y las apasionadas fotonovelas por un lado y los impostergables libros de tapas dibujadas con hermosas jóvenes y príncipes, morochos y de ojos verdes...  me sentía la loba del rebaño y me preguntaba si llegaría la ocasión de un amor desmesurado para mí, aunque yo ya había descubierto un amor esquivo y sin antecedente en mis floridos quince años. Por fin traían a mi mesa el banquete esperado durante un eterno año. Mi papá no me permitía leer revistas cuando iba a la escuela, lo consideraba una pérdida de tiempo, ellas estaban desterradas de mi reino escolar. Sin ayuda las redimía, con un golpe de gracia cocinado al fuego lento de los días con sus noches.

Un ladrillo de la casa de Resistencia

En Resistencia yo me encargaba de la limpieza de la amplia y espaciosa casa chorizo de mis abuelos paternos. Mi abuela era modista de alta costura, desplegaba sus telas, tijeras, alfileteros, tizas blancas achatadas de sastre, regla de mercería sobre la mesa rectangular de bordes curvos. Ese era su reino, era su lugar en el mundo de batallas ganadas al presupuesto familiar. Mi abuelo, vasco tambero en el campo espinoso y seco de General Pinedo, sodero en el pueblo, devenido capitalino, se retiró a los cuarteles del terreno del fondo y dedicóse a la lectura y a la apetecible huerta con alto bananero incluido. Era un instante mayor cuando le contaba de mi escuela Normal Superior, de mis obstinados planes de enseñar y más enseñar, inefable destino que ya perfilaba... Mi madrina,tranquila y juiciosa, bordaba hasta los sueños en las jubilosas blusas, en las  perfumadas sábanas y en los insolentes vestidos. Secundaba a su madre temblando con sus mismas preocupaciones. El amor allí era el trabajo y el respeto al apellido, el cielo era sin nubes y el sol salía todos los días y a horario.

sábado, 19 de enero de 2013

Otro carnaval

Allá por mis dieciseis años durante febrero, en Resistencia, mi gloriosa amiga, mis tías solteras y a veces mi abuela íbamos a los corsos. Allí contemplábamos azoradas pasar las comparsas brasileñas, fulgurantes y crujientes; las correntinas, de mujeres hechas de sol y hambruna y desnudas llenas de una luz propia que nos enceguecían. La música nos alcanzaba y nos hacía girar al ritmo de una lluvia sin vueltas y nos depositaba en una casa sin huéspedes. La fiesta no se acababa y era de todos.
- ¿No te parece que esta es la vida? -me musitaba alejándome de las tías.Yo tímidamente le contestaba que tenía más preguntas que respuestas y que no sabía. Ella no callaba, insistía, hoy, no mañana, decíme. Entonces me liberaba el pomo de agua perfumada, la serpentina envolvente y la ensordecedora matraca demasiado confianzuda de algunos que nos ponían en retirada. Esas noches soñaba con tobillos, pantorrillas y muslos de mujeres hermosas más allá de toda hermosura y sin ninguna tristeza, gritando que había un futuro. Con misericordia y sin odio.

jueves, 17 de enero de 2013

Resistencia

Mis padres se volvían para Buenos Aires con mis hermanos más chicos y yo me quedaba en Pinedo hasta el comienzo de las clases. Comenzaba así un periplo por las casas de mis tías del pueblo, repartía los días para no ser descortés con ninguna; empezaba un tiempo de dulces de duraznos, salidas cuando bajaba el sol y noches limpias donde no había que dar explicaciones a nadie. Era una fiesta hablar con los ojos, con la boca, con el corazón, desnudas sin heridas todavía... ellas me parecían un jarrón de flores nuevas y frescas. Después me tomaba el tren hasta Resistencia. Allí me esperaban mis abuelos paternos y las hermanas de mi papá y mi amiga de siempre que vivía al lado. Ella tenía unos ojos verdes sombreados por espesas y negras cejas y pestañas como no he vuelto a ver en mi vida, más grande con novio y todo, me abría un mundo, para mí ancho y lejano... Salíamos por las tardes a pasear por el centro, la inmensa plaza de floridos lapachos, la catedral con la cruz infinita y la bendita leyenda Salva tu alma (como si alguien pudiera salvarse solo), las vidrieras de ropa, vestidos botones, moños, delantales... No existía el espanto ni la desgracia. Éramos dos chiquillas que brillábamos como centellas, nos sentíamos felices y crédulas. Regresábamos  para cenar, nuevas y sin arañones. Mis abuelos me esperan sentados en sus sillones de lona, en la vereda, sin asombro.

miércoles, 16 de enero de 2013

Orden de trabajo diario

Levantarme a las 8.
Desayuno, baño, arreglo novial y en casa trabajo en la compu hasta las 11.
Ayudo a preparar el almuerzo, comemos los que estamos y descanso hasta las 3 y 1/2.
Llega mi hermana y estudiamos hasta las 7 u 8. Ordeno la ropa,casi nunca salgo porque me agito con las tardes calurosas y me duele la herida. Casi no visito la calle, solo para mis estudios o las visitas al médico. Tampoco hago las compras, no soporto el peso, casi nada hablo por teléfono. Mis días son quietos, salgo a la naturaleza del patio de mi casa cuando está fresco. Por eso levanté las compuertas del recuerdo como dice mi amado Saer... leo, converso con los míos, espero el comienzo  de la quimio ...todos me ayudan a vivir y me cuidan más allá o más acá de mí misma.
A las 9 cenamos, televisión, películas hasta la hora 11...
Los sábados que puedo,  para mi respiro voy a misa de 8, a la nochecita al Colegio Máximo, con mi hija y mi hermana. Y "esta pena de mala fortuna / que cae en mi alma y la llena", como la halla Neruda. 
Los domingos: por la mañana lecturas varias, algún documental de Sábato, Cortázar, alguna clase de Piglia sobre la novela argentina, solo para despuntar el vicio de recordar, releyéndolos; por la tarde estudio. Lo paso muy confundida buscando algún alivio.Violeta me susurra: "Mi voluntad jura empeño / de arrear esta pobreza".
 

Otra estampa chaqueña

Y me dormía bajo la caliente luna chaqueña haciendo míos aquellos versos de Gonzáles Tuñón que decían... "subiré al cielo,/ le pondré gatillo a la luna/ y desde arriba fusilaré al mundo,/ para que esto cambie de una vez." Con el primer sol  abandonábamos los catres, recogíamos los petates y a buscar la golosina que invariablemente me dejaba mi padrino, el tío José que todas las tardecitas agarraba su bicicleta y enfilaba para el pueblo, debajo de la almohada. Ya nos refugíabamos en la enorme y fresca galería con pisos de ladrillos que mis tías ya habían baldeado. Allí estaba la mesa gande, rectangular, de madera donde comían los mayores. Los chicos, hasta los catorce o quince años lo hacíamos en una mesa más pequeña que estaba en la cocina,  con cucharones para servirse la preciada agua, cuadrada con los baldes altos y de acero inoxidable para el agua recién sacada del pozo. La señora del lugar amplio y umbroso era la enorme cocina de leña siempre con agua caliente para el mate infaltable  En una habitación contigua estaba la despensa con los barriles de grasa que guardaban los chorizos de la carneada del invierno, la fiambrera, los paquetes de harina, fideos y otras yerbas, separada a la entrada del cuarto estaba el altar de la abuela Jesusa más buena que el pan, andaluza, rezadora, devota de la Virgen del Carmen y ya al final de sus días viajaba  todos lados con el hábito de la Virgen porque esa sería su mortaja, promesa que le había hecho a la Madre si salvaba a mi mamá de las picaduras de las avispas cuando era muy niña. Así fue y la  Señora cumplió y Jesusa también. Rezábamos juntas, le encantaba que le contara la vida de los santos. Me llenaba de gratitud que en el mismo lugar estuvieran el alimento para el cuerpo y el otro. Sentía como en ninguna otra parte que no tenia que tirar mi corazón por la ventana.



martes, 15 de enero de 2013

Maratón conectivismo

Era la última clase de Nuevas Tecnologías. La experiencia fue en un ciber. Yo tramitaba una cirugía de pulmón: tumor incipiente, alcanzaba para extirpar el lóbulo derecho superior, hoy tratamiento oncológico. Pero volviendo a ese sábado, fue fascinante, desde que me senté en la máquina10, junto con Marta, y nos pusimos en marcha con la ayuda de Luz entré en una autopista novísima, múltiple, fluida y demandante. El tema en sí golpeaba duro: discapacidad y nuevas tecnologías y ¿quién no llegó al timbre alguna vez?... Nos sacábamos chispas por argumentar, contra argumentar, definir y por qué no etiquetar...Desde ese día no he podido mirar para  otro lado como entonces, había desaparecido todo lo otro,solo importaba la pantalla.

Autoevaluación de mi voz

No puedo desplazar el eje de mí misma y de mi condición de mujer. Es como si hubiera levantado un dique y fluyera el corazón para delante, para suplicar antes que cualquiera otra cosa, que nadie se ponga en mi lugar... ahora que estoy descubriendo otros caminos de mi cuerpo, dolorosos por cierto,  pero que me
enseñan a ser más mujer , todavía. Me esfuerzo por cuidar el río, que no se estanque... que no decline. Aveces me canso.


Qué pena siente el alma // Violeta Parra
____________________
¡Qué pena siente el alma
cuando la suerte impía
se opone a los deseos
que anhela el corazón!

¡Qué amargas son las horas
de la existencia mía
sin olvidar tus ojos,
sin escuchar tu voz!

Pero embargo a veces *
la sombra de la duda
que por mi mente pasa
como fatal visión.

Chaco, quebrachero y montaraz

Soy chaqueña, toda mi familia es de aquellos pagos. Recuerdo los viajes en tren, la fiesta que eran esos asientos de madera, y las calurosas y polvorientas horas traqueteadas hasta llegar muertos de felicidad...
El sol implacable, la tierra que se levantaba impiadosa, nada empañaba nuestra alegría de abrazar a los abuelos, de besar a las tías, de subir al sulky y rumbear pa las casas llenas de sombras y al cobijo de los frondosos y perfumados celestes paraísos, frente a los campos de algodón... los hombres trabajaban de sol a sol, siempre sedientos, sudorosos, de mangas largas y piel cuarteada, hablaban poco, pero pechaban lindo.
Mi festín personal era leer las revistas de mis tías, en algún rincón del patio de tierra que barría con escobas que hacíamos de poleo y cedrón, pero lo mejor de lo mejor eran las noches, tendíamos las camas en el patio a cielo abierto y conversábamos hasta que el sueño nos ganaba...



lunes, 14 de enero de 2013

A modo de manifiesto

Decálogo personal, para este año 2013, provisorio, incompleto, precario, pero mío...

Uno.  Abomino la humillación del otro por el otro.
Dos. Amo las epifanías de los adioses, de los puntos de vista, de las grandes o cotidianas epopeyas.
Tres. Grito con fuerza que existe la esperanza, que los sueños existen, que no han muerto las utopías.
Cuatro. Siembro junto con mis hermanos latinoamericanos una educación viva, para todos y de todos, que se mueve, cambia, avanza y retrocede... pero no muere nunca. (En homenaje a nuestro menino conectivo Paulo Freire).
Cinco. Pido adentrarme en el misterio de Jesús sediento en los pobres y abandonados de este mundo.
Seis. Quiero a mi patria, aunque a veces me sienta como una exiliada que sufre por ver a su país en estado de liquidación.
Siete. Creo en el arte que descubre caminos nunca metas.
Ocho. Adhiero a la rebeldía de los niños y de los ángeles porque la rebelión no es posible sin la inocencia.
Nueve. Me esfuerzo por colocar una "y" donde comúnmente encuentro una "o", reconciliando los opuestos, sin discriminar.
Diez. Creo firmemente en la fuerza del Espíritu que me enseña  a decir Amén cada día, junto con María, la llena de gracia,  por Dios bendecida.

En este decálogo están  las tramas de mi cuerpo, mis marcas culturales, los sueños rotos pero no inútiles, las nostalgias de mis cielos, la memoria de quienes pasaron por mí y las nuevas tramas, éstas que estoy aprendiendo a escribirlas...

Discursos sociales

Y aparecen estos textos que están cruzados por  la peculiar manera de decir de cada uno de los hablantes,
con su lenguaje cotidiano, parecidos al tango, pero no son tango,semejan epigramas, notasperiodísticas...los bloggeros, por ejemplo, algunos hacen literatura y de la buena...En esta pluralidad todos tenemos que ver y en esta diversidad, en mayor o menor medida, somos productores de discursos sociales.No solo el que se lee en la escuela para fin o comienzo de año o cuando le damos la bienvenida a la fragata Libertad...Con nombre y apellido o anónimo y esta vivencia de hacer la comunidad y esta conciencia de que la comunidad deja su huella en nosotros.

domingo, 13 de enero de 2013

Al filo del adiós romántico

Dice el poeta que lo sabemos, pero no nos atrevemos a confesarlo "que nunca volverán las golondrinas" y sí, para mí el amor es cursi, lleno de lugares comunes, frases hechas, miradas cómplices, libros dedicados , besos más que soñados...y atardeceres sagrados. Pero muero si no lo tengo y si mi amado todos los días del año no escribe con tinta roja de su corazón: sos para mí desde toda la eternidad. Y si yo cada jornada no lo amo con lo mejor de mí...Lo he conocido y todavía no se ha acabado. Escribo su historia, doy testimonio de su amor...

Poesía de las cosas exteriores

Una poesía que pone a la gente con sus nombres propios, a los lugares con sus nombres geográficos y aun así sigue siendo una metáfora de nuestra realidad LA. Ahí va ...

Somoza desveliza la estatua de Somoza
en el estadio de Somoza

No es que yo crea que el pueblo me erigió esta estatua
porque yo sé mejor que vosotros que la ordené yo mismo.
Ni tampoco que pretenda pasar con ella a la posteridad
porque yo sé que el pueblo la derribará un día.
Ni que haya querido erigirme a mí mismo en vida
el monumento que muerto no me erigiréis vosotros:
sino que erigí esta estatua porque sé que la odiáis.

Aquí E. Cardenal, pone adelante las ideas, así también entra el lenguaje de todos los días y aparecen nuestras necesidades, no solo el desamor...


jueves, 10 de enero de 2013

A mis elegidos bloggeros...

Verito: "Hace al mundo y se constituye en quien es".
Aparecen objetos afectivos que permiten una entrada a su universo...
Claramente se constituye a través de lo que cuenta... 
Incorpora al otro a través de lo que vive, poniendo en juego lo esencial de la educación: poner en práctica en su tarea docente la escuela con la que sueña.
Leo en ella:"vamos siendo y nos vamos transformando en quienes somos a partir de lo que nos pasa, y a partir de quienes nos pasan".
Link: http://vero68orellano.blogspot.com.ar/2012_11_01_archive.html

Claudio: De generación en generación.
Aparece muy fuerte su necesidad de viajar, pero no trasluce, la impresión que le causan esos lugares de película que recorre...quizás por su inveterada reserva...
Tiene la habilidad de presentar el movimiento cultural...donde se aprecian las distintas generaciones... y sus mutaciones a través de los distintos acontecimientos.
 Su eje parece ser: "Secunda al mundo ", y allá va como respondiendo a su llamado...
¿Desde qué lugar remoto de su ser recibirá este llamado? Con los ojos y los oídos abiertos…
"Las personas son palabras", y Claudio dice: tengo un corazón que sangra vida, por eso es siempre fraterno.
Sorpresa: cuando fui a buscar el blog para copiar el link apareció esta leyenda:
"Lo sentimos, el blog de claupetro.blogspot.com se ha eliminado. Esta dirección no está disponible para blogs nuevos.
¿Esperabas encontrarte tu blog aquí?"
Si alguien lo encuentra, por favor, avise.

Viale: Dispara desde el título con perdigón grueso: "nosiempre" y todo junto, como un bloque, parece no bastar la pesada carga de cada una de las palabras, juntas, son un cross de mandíbula. Desde el título se levanta un clamor que duele…
Abre un espacio infinito y cálido…En sus palabras la vida parece más vívida…
Aparecen los lugares de los otros, los otros que duelen…
Y él siempre ex –puesto, siempre en camino…siguiendo el recorrido por un camino de vida, haciéndose cargo de sus elecciones.

martes, 1 de enero de 2013

"la casa de al lado"

Ayer descubrí que quiero vivir en la casa de al lado, "allí donde no hay tiempo no hay hora no hay reloj/  no hay antes ni luego ni tal vez/ no hay  lejos ni viejos ni jamás/ en esta olvidada invalidez", la primera estrofa de la canción de un poeta y músico uruguayo, de Fernando Cabrera.  Es la condensación de la o de una de las eternidades posibles, la obstinada detención del tiempo... donde no haya necesidad de esconder la estafa y no ser ya más  uno sino por una vez y para siempre dos o "no se es",  como dice  Ernestito Cardenal... Habrá que construir la casa, ex-ponerse, correr el riesgo desde nuestra vulnerabilidad, no renunciar a la posibilidad de renacer...