lunes, 6 de enero de 2014

Desarmar el arbolito

Me da tristeza desarmar el arbolito, tengo que armarme de mucho coraje para podar ejecutar dicha operación. No puedo dejar de pensar en todos los manojitos de imposibles de quienes me rodean y me son conocidos...y de todo lo que traerán las aguas nuevas que empezamos a navegar. Y sí tengo miedo...
¡Ay amor cuánta zozobra me traés!... hace quince años que lo hago y no puedo sobreponerme a esta sensación de lo que todavía no pasa, de lo que no atraviesa, de lo que aún no llega. Elijo los moñitos rojos ribeteados de dorado intenso, luego las pelotitas verdes, rojas y amarillas, hay tantas cosas por soñar, mientras siento que no dejo de rodar, con sumo cuidado saco las luces que no se marchitan y mi amor tirita cuando retirando la estrella de Belén dejo el árbol desnudo de toda desnudez, vacío de todo sentido, hasta la Navidad próxima. Allí volveré a ver tu rostro todo ,en la oscuridad de la alacena esperarás mi abrazo encendido y estrecho... Dejarás de ser un mendigo desbaratado de alambre y plástico, para acompañar al
Amor que nos ha sido regalado. Así el sol de la fraternidad acompañará tanta humana precariedad. Así dispuesta para ser alistada contando con una fortaleza que no me pertenece arranco, sin que nadie me moleste... Digo muchas gracias y avanzo con los legionarios, hay que cambiar los tristes decorados y vestir todas las cosas color de primero de año. Y que la sangre corra y corra y siga corriendo este tiempo de ahora y del por venir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario