_ Ser la última basura, reconoció con su voz delgada y última.
_ Entonces, no te quejes, apoyáte en tus hermanas y ponéte de pie otra vez, ni de perfil ni de costado, de frente como sos, ni grande ni primera, sino pequeña y débil.
Se colocó el alba y salió a predicar el reino, ése que vendrá pero ya está en el corazón de cada uno y de cada otro.En ese rincón del mundo se volvió signo de reparación y emblema de fidelidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario