miércoles, 20 de agosto de 2014
La visita
Sus mañanas de los días de semana, de esos días ordinarios que todos los días vive, tienen un único afán más allá o más acá de las tareas domésticas que cada jornada emprende con valentía y esperanza, sí, llegar a la otra orilla por eso rema que te rema...hasta que escucha la llave añorada por las horas y su voz saludando desde la puerta.Así por un ratito recupera el escenario soñado y se sienta a conversar con la recién llegada, cosa del cielo parece. Cuando se marcha inventa alguna compra para caminar tomada de su brazo una cuadra más.
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