Sí, te sacaron pero aún estás aquí. Poco entre nosotros, pero no nos abandonaste. No sabía de vos en particular -de los otros tenía la referencia- hasta que viniste a mí o yo me mudé para acá. Los vecinos que siempre algo saben o vieron o creen haber escuchado murmuraban de tu caso, en esta dirección en la que vivimos ahora. Como todos los martes desde hace un año, a las tres de la tarde nos reunimos a rezar la coronilla de la divina Misericordia, que justo cayó 24 de marzo en este 2015-qué fecha de pañuelos que no envejecen- al comenzar no más... su voz cascada musita la alumna desaparecida anda por la capilla y en la galería del primer piso, enciendo la luz y alguien viene detrás y siempre la apaga...
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