sábado, 21 de septiembre de 2013

Cuarto Mundo sin escuela

Soy del llamado Tercer Mundo, también hay un Cuarto Mundo, los bolsones de pobreza de las grandes ciudades. Somos gente de tercera, comemos menos, vemos menos, vivimos menos, también ocupamos menos espacio en los diarios, no aparecemos en la tele ni en la radio, no abarcamos                                     casi nada...
Escuchamos ilusorias promesas que ignoran nuestra realidad
y como vivimos en una cultura donde Dios es más importante que el hermano, el funeral que el muerto y el plato de comida que la persona, acá nos estamos con esta imperiosa necesidad de transformar esta realidad.

¿Y cómo ha de ser esto, sin escuela?

Nos queda resistir a pie firme,
no sacarnos la foto de frente y de perfil,
recuperar nuestro decir,
escapar a la reducción del consumo
y trabajar para dar abrigo a tantos desnudos
a la intemperie de este mundo.
Creer en lo que hacemos,
no dejar caer a los demás,
estar convencidos de que hay que andar
 y  calmar esta sed de amor
que nunca es suficiente.

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