martes, 4 de marzo de 2014

Horizontal roto

...Los alumnos al llegar a la puerta sin nombre se detuvieron a esperarme,a modo de saludo les decía, no nos cansemos de aprender esta cosa de la convivencia... En horizontal salíamos a la luz, a cielo abierto, a un paisaje de canchas y escolares de uniformes de gimnasia jugando con seriedad y gracia pueril, criaturas vivas, una corona cósmica. Como pompas de jabón que estallan, pasaba a la sala de profesores, el bestiario catedrático. Rostros de jugadores de poker, algunos, otros con la mueca de que esto no salga de aquí, lo que hablamos. Me sentaba en un rincón a esperar el toque del timbre para abandonar esta zoología lírica. En el vano de la puerta se recorta la figura del preceptor Juan, el sargento Rossi, según los chicos, diciendo, venga, Gladys, la presentaré al curso, una extraña de mi propia casa, asombro, ese sentimiento de perplejidad no me abandona. Luego bajábamos al salón de actos. Había comenzado algo, parecía una escena teatral. Poco veía, tropezaba con los desniveles del piso, eran cuerpos en butacas oscuras, cada uno en su lugar, en silencio y sin mascar chicle...cómo habrán logrado esta disciplina sin sangre ni voces. Al terminar la obra, los estudiantes aplaudieron de espaldas al escenario. Con la luz distinguí que púas afloraban de los respaldos indiferentes...huí por una puerta que daba a un pasillo y este pasillo a otro pasillo desierto en la noche, solo Mónica y yo conversábamos sobre lo poco que cumplían con la tarea, de improviso se tira por una ventana, la veo tendida sobre el pasto húmedo, me recuesto a su lado mientras ella murmura la escuela es la escuela en un espacio hondo y liso.
Sueño con los ojos abiertos. Mi cuerpo no es estable ni seguro. No cuento ni dispongo de él  de antemano. no hallo reparo.Todo se esfuma, lo antiguo se vuelve raíz. Ella viene para estar con nosotros, como antes, cada cosa en su lugar,transcurrimos la tarde juntas. Sopla un aire de felicidad familiar.Aunque el sol de mañana no traiga nada nuevo,  necesito que vengas para que sea domingo.



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