jueves, 17 de abril de 2014

La añera

De lejos es la mayor de las mujeres que se reúnen en la luminosa capilla a las tres de la tarde de los martes para rezar la coronilla a la Divina Misericordia.Viuda, libre de todo cautiverio del maridaje sueña con el que caminó sobre las aguas, clamando dulzura para el pasaje del último viaje, por la mañana adolorida, la tarde fragosa, la noche solitaria.Murmura casi bisbeando "¿cómo dirás mi nombre?, al despuntar la partida, sabés que yo tomé la iniciativa,¡ay tantas palabras para decir poco, casi solo"te quiero"!. Decires suyos son "cómo pica piedra en su tierra" para hacer Su voluntad como en el cielo segurísimo se hace y hará por sempiterno.Su voz aguda, mantiene el ritmo del golpe sobre el guijarro, la repetida letanía sigue replicando en el silencio del sagrario y en cada corazón por Él apasionado.Después, infinitamente después...

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